La pintura base blanca es una pintura que sirve como fondo o capa inicial para aplicar sobre diversas superficies antes de aplicar el color deseado. Generalmente es una pintura acrílica de alta cobertura que proporciona una base uniforme y facilita la aplicación del color final, además de mejorar su adherencia y durabilidad.
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Alto poder cubriente:
Reduce la cantidad de capas necesarias para obtener el color deseado, ahorrando tiempo y dinero.
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Base para otros colores:
Permite que los colores posteriores se adhieran mejor y se vean más vibrantes.
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Versatilidad:
Puede utilizarse en interiores y exteriores, sobre diferentes materiales como madera, yeso, hormigón, etc.
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Acabado uniforme:
Ayuda a nivelar la superficie, ocultando pequeñas imperfecciones y creando una base lisa para el color final.
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Facilita la aplicación del color:
Permite una distribución más uniforme del color y reduce la posibilidad de que se formen manchas o rayas.
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Base acrílica:
Es la más común y versátil, adecuada para la mayoría de las superficies y aplicaciones.
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Base agua:
Es una opción ecológica, de bajo olor y fácil limpieza, ideal para interiores.
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Base poliuretano:
Ofrece mayor resistencia y durabilidad, especialmente indicada para exteriores y zonas de alto tránsito.
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Preparación de superficies:
Antes de aplicar cualquier color, se recomienda aplicar una capa de pintura base blanca para asegurar una mejor adherencia y acabado del color final.
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Creación de colores pastel:
Las bases blancas, especialmente las bases ligeras, son ideales para mezclar con colorantes y crear tonos pastel suaves.
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Recubrimiento de superficies porosas:
La pintura base blanca ayuda a sellar los poros de materiales como madera, yeso o cartón, evitando que absorban demasiada pintura de color.
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Mejora del acabado:Al nivelar la superficie, la pintura base blanca ayuda a lograr un acabado más uniforme y profesional.
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